Mi Vía Tolosana: etapa -1, partiendo de Auch
Aunque no puede realmente llamarse etapa, pues la he pasado todo el día metido en trenes y bus, si que se queda unida al resto de las experiencias, es por eso que prefiero llamarla la etapa previa ó -1.
Sigo con mi teoría del placer de viajar en tren. Los recorridos fueron algo cortos, pero interesantes. Partiendo de Barcelona, mi próxima parada sería Toulouse (haciendo escala y transbordo previo en Figueres y Narbonne), el tren comodísimo, y ni un ápice de edificaciones.
Me inquietaba un poco el hecho de no saber aún de donde partir, es decir, dónde comenzar mi camino a pie, además de por el hecho que tenía que buscarme techo. Pero como dicen, mientras mas organices algo más se tuerce, y en este caso…al revés!. 3 horas de turismo intenso en Toulouse, un cafelito en el Café D’Artist disfrutando de la panorámica del río, la compra de mi super libro del Camino D’Arles en Francés (esto va a ser muuuy divertido cuando me pierda en medio de campo) y mi bus vía Auch, destino de «cama» elegido y punto se inicio de mi camino a pie.
Llegado a Auch directo al Hospital de Peregrinos «Accueil Pélèrins», y nada, cerrado, me veo sin techo o pagando la primera roncha del viaje. Es entonces cuando uno recuerda el porque de esa magia del Camino de Santiago. Me encuentro a unos peregrinos en la puerta, Jerome (Frances que viene de Arles y llegará a Santiago, mas mayor que yo) y Michele (Australia, se cruzaron en el camino), y me hacen el favor de llamar por teléfono a la encantadora mujer Chantal, hospitalera, y hospitalaria, un encanto, me abre las puertas, me enseña la ciudad a rasgos generales, me pone mi «primer» sello (este momento es muy grande, parece absurdo, pero psicológicamente uno no cree que ha empezado esta experiencia hasta que no le dan su primera estampita, al menos a mi me pasa), y le pregunta: «Alberto, ¿quieres que te ponga mi nombre junto al sello para que te acuerdes de la hospitalera?. En fin, una cosa tan absurda, pero que viniendo de una persona tan mayor, le hizo tanta ilusión, esa entrega a la filosofía, a los peregrinos, la humildad y el respeto.
Después a la noche una cenita comunitaria un tanto pintoresca, yo, el jovencillo del grupo, entre Michele, Jerome y Hermann, atención con este hombre que rondará los 65 años y ha hecho el camino ya 12 veces, de esas personas que vieron una luz hace unos años y gran parte de su tiempo lo dedican a meditar y andar.
Poco más, emocionado, por el día, pero sobretodo porque mañana si que si, comienza mi camino Auch – Montesquiou (31 km).
Ya mañana probaré eso de insertar una ruta wikiloc desde iphone al post.
Buenas noches! 😉
NOTA: como siempre, disculpen acentos y otras faltas, es desde el móvil y un poco rarillo
15 Comentarios